Nos levantamos sin prisas para visitar la granja de renos. Lamentablemente la dueña estaba enferma y no abría. Aunque nos dijo que podíamos ir a ver los renos, no vimos ni uno…desaparecidos. Después nos enteramos que los renos salvajes son un problema en muchas poblaciones. Hay demasiados y se comen hasta las plantas de los jardines. Decepcionados fuimos poco a poco hacia Evenskjer, último lugar de estancia en las Lofoten cerca del aeropuerto de Evenes, desde donde partiríamos hacia Oslo al día siguiente. El paisaje por esta parte, si bien muy bonito, no es comparable a lo visto. Estábamos mal acostumbrados. No paramos mucho en la ruta. Cerca de nuestro destino paramos para comer en un hotel con restaurante a pie de carretera. Comida noruega muy rica a buen precio.
Llegamos a casa de nuestra anfitriona, una noruega de fácil conversación que nos llevaría al otro día al aeropuerto. El coche que alquilamos vendrían a recogerlo allí mismo. Con puntualidad noruega, nuestro amigo noruego llegó para su recogida. Como saldríamos temprano, cenamos y nos acostamos a la hora del Casimiro.