Hoy tocaba excursión a Landmannalaugar, pero el personal no estaba para fiestas, gastamos el día en Reykjavic de shopping, que se le va a hacer, algún día volveremos para ver con más detalle este hermoso país.
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Islandia, parte XII – Hraunfossar
Hraunfossar
Como lo prometido es deuda y con los niños mucho más, al día siguiente si fuimos a la piscina termal de Borgarnes, una gozada.
El día estaba muy bueno y nos fuimos a las cascadas de Hraunfossar , estas salen de debajo de una capa de lava y se precipitan sobre la corriente de un río, es una rareza que no hay que perderse. Es un espectáculo que atrae a gran número de turistas.
El agua baja en un estrechamiento que hay más arriba con gran fuerza, dando volteretas y retorciéndose a gran velocidad en la catarata de Barcelona o Barnafoss.
Por el camino puede visitarse las cascadas de Tröllfossar, estas no son nada espectaculares pero si tienes paciencia podrás ver los salmones en verano subir por sus aguas. En la misma zona hay un paisaje temático sobre los Trölls y un camping, vale la pena darse un paseo y ver la grandeza de la cordillera que se asoma a Borgarnes desde esta perpectiva, es muy todo muy bonito.
Sin más, ya cansados del viaje nos fuimos a Reykjavic a descansar.
Islandia, parte XI – Borgarnes
Borgarnes
Vuelta a la carretera en otro día de perros.
En el día de hoy, dirección Borgarnes, nos paramos a ver los conos volcánicos de Gabrok, estos están en la misma carretera.
Después de algunos problemas digestivos, tuvimos que llegar a la nueva guesthouse urgentemente, alquilamos una caravana sobre todo como experiencia para los niños, ellos se lo tomaron como algo muy divertido.
Borgarnes está enclavada en un sitio privilegiado en el fiordo del mismo nombre Borgarfjörður , una suerte de montañas de gran belleza llegan hasta la misma puerta de la ciudad.
El tiempo estaba muy malo y decidimos ir a la península de Snæfells , este fue el viaje más improductivo de todos los que hicimos. Llegamos a la playa de Ytri Tunga para ver focas y poder apreciar la montaña de Snæfells desde la lejanía, la misma donde los protagonistas de viaje al centro de la tierra de Verne entraban en su interior, pero no se veía con la lluvía nada y solo pudimos ver un par de focas.
Muchos turistas van a esta zona sin prismáticos y no ven absolutamente nada, como comenté en mi anterior post, estos son indispensables.
Para guinda del día, a la vuelta, nos paramos en la piscina municipal de Borgarnes y cerraba en media hora, ya que era sábado. En fin un desastre.
Islandia, parte X – Hvítserkur, focas
Hvítserkur, focas
Una vez hecho el merecido descanso partimos a la península de Vatnsnes, allí esperábamos ver focas.
Monumento natural obligado antes de Ósar es el Hvítserkur, roca cerca del acantilado en el mar.
El tiempo se estaba complicando, según un lugareño no llovía así en junio-julio desde el 76, nos ha tocado a nosotros.
La pista de grava estaba horrible, llena de agujeros. Íbamos preparados con impermeables, menos mal, pero la visita se hacía penosa.
No vimos grandes concentraciones de focas, solo ejemplares sueltos y menos mal que llevamos prismáticos, sino ni eso. Para ir a Islandia esta herramienta es fundamental. Las distancias son engañosas, hay grandes espacios y algo que parece estar al lado en realidad está a muchos kilómetros.
El paisaje, eso sí, muy espectacular y los amantes de las aves en esta zona se pueden deleitar, es todo muy hermoso.
Muchas veces, cuando viajas por Islandia, te da la sensación de que estás solo, no te cruzas con ningún coche, no ves una casa, cuando lo haces, te da la sensación de que están deshabitadas, nadie debería vivir aquí tan apartado de todo.
Este día parecía una película de Alfred Hitchcock, la de los pájaros, estos son los dueños y señores de estos parajes.
Este día no dio para más, llegamos al albergue que estaba en un sitio privilegiado, a orillas del fiordo de Hrútafjörður.
Tenían unas pequeñas albercas con agua caliente en la misma orilla, provenientes de un manantial cercano de agua hirviendo y un baño relajante con vistas al fiordo no estaba nada mal.
Islandia, parte IX – Akureyri
Bueno, llegados a este punto nos merecemos un descanso.
Nos quedamos en Akureyri un par de noches tomándonos una relajante paradita.
Visitamos la ciudad en un día estupendo y en dos tardes diferentes disfrutamos de las magníficas instalaciones de la piscina municipal.
Akureyri es una ciudad muy hospitalaria, aunque está muy al norte tiene un clima privilegiado, debido al abrigo del fiordo de Eyjafjörður. Este está rodeado de altas montañas nevadas de una gran belleza.
Se puede pasear por el parque botánico más al norte del planeta. El olor a flores es muy intenso y es muy exuberante. El tiempo esta vez acompañó y es de agradecer.
Antes de llegar a la summerhouse del albergue, nos pasamos por el supermercado Bonus para comprar comida para la cena. Islandia es el paraiso de las ovejas, así que decidimos comprar carne de cordero para darnos un festín. La carne de cordero suele venderse mucho ya aderezada con salsas, lista para la barbacoa, como no sabemos que lleva preferimos llevarnos piezas sin adobos.
Al hincar el diente a la carne nos llevamos una desagradable sorpresa, era salada, posiblemente para hacer algún tipo de guiso, aunque no estaba seca como la que venden en España para cocidos o pucheros.
¡Qué desilusión! tuvimos que tirarla, era incomestible, las cosas del idioma.
Aparte de anécdotas, este descanso nos vino muy bien.