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Noruega, día 10 – Paseo por la isla de Moskenesøya

Reine - Vista panorámica
Reine – Vista panorámica

Siguiendo la carretera es difícil no pararse cada dos por tres para admirar el paisaje. El día se levantaba excepcionalmente bueno. Ya en el círculo polar ártico, el cielo aparecía completamente despejado y 22 grados de temperatura. La sinuosa carretera cruza fiordos e islas. La ya comentada transparencia de las aguas combinada con el cielo azul y el verde del paisaje produce  una espectacular paleta de colores. Esta belleza se vuelve orgásmica con la vista del pueblo de Reine, declarada una de las mejores vistas del mundo y este, el pueblo más bonito de Noruega.

Panorámica de la costa de las Lofote
Panorámica de la costa de las Lofote

Estamos de acuerdo en lo primero pero lo segundo no tiene mucho sentido si eliminamos el entorno natural donde este se ubica. Cada curva de la carretera antecede a nuevos lugares sorprendentes donde hacen las paradas obligadas.

 

 

Playa de Ramberg
Playa de Ramberg

En un momento determinado, llegamos a la playa de Ramberg. Lugar casi irreal. Las aguas transparentes de color azul. Las afiladas montañas vestidas de verde que perfilan el contorno y la fina arena de color blanco parecen un híbrido de playa caribeña y un lago alpino.

 

 

Fiordo de Flakstadpollen
Fiordo de Flakstadpollen

Más adelante encontramos el fiordo de Flakstadpollen. Un precioso lugar entre montañas, de arenas blancas y aguas transparentes de color verde azuladas. Otra delicia para los sentidos.

 

 

A orillas del Steirapollen
A orillas del Steirapollen

Después del agradable viaje llegamos a nuestro destino, el Lofoten Turistsenter. Una especie de camping de cabañas y caravanas cerca del lago Steirapollen. El tiempo nos invitó por un paseo a orillas del lago. Este alojamiento no disponía de muchos servicios y parecía un lugar en decadencia.

Noruega, día 9 – Llegada a las Lofoten

Ferry Bodø-Moskenes
Ferry Bodø-Moskenes

Por la mañana temprano cogimos un autobús que nos llevó al aeropuerto. Teníamos previsto viajar a Bodø, ciudad a casi dos horas de avión de Bergen. La compañía Widerøe realiza muchos vuelos domésticos que de otra forma te llevaría mucho tiempo acometer. Bodø es una ciudad comercial en el norte del país. Turísticamente no tiene mucho interés pero desde allí salen ferries de la compañía Torghatten Nord hasta las islas Lofoten. Destino final de nuestro trayecto.

El ferry se demora nada más y nada menos que cuatro horas hasta el puerto de Moskenes en un trayecto por alta mar. Como teníamos previsto, nos esperaban con un coche alquilado de la plataforma Nabobil. Servicio de alquiler de coches noruego de particular a particular que funciona muy bien y el precio es la mitad que las compañías transnacionales como Avis, Sixt, etc. Esto viene muy bien porque alquilar un coche en Noruega en verano sale pos más de 100 euros diarios y En Nabobil los puedes encontrar por 50 o menos.

Pueblo de Å
Pueblo de Å

Después de charlar con el dueño del vehículo un rato, cosa normal porque deja su coche a unos extraños que viven a 10.000 de distancia y pueden tener costumbres atípicas para ellos. Necesitan un poco de tranquilidad y confianza y poder conciliar el sueño. No es difícil comunicarse en Noruega, país donde hasta los renos hablan inglés.
Nos dirigimos al alojamiento que estaba en el pueblo de Å, pueblo que se encuentra justo al final de la carretera de las Lofoten y donde teníamos reservado un rorbur. Casitas de pescadores a orillas del mar sobre pilotes. El sitio era espectacular. Las Lofoten son de los sitios más bonitos que he visto jamás. Las islas aparecen de oeste a este en hileras, muchas veces separadas solo por un centenar de metros. Espectaculares fiordos entre afiladas montañas vestidas de blanco y verde. El agua de un azul o verde casi tropical, de llamativa transparencia, aporta una paleta de colores al paisaje difícil de describir. Las casitas del rorbuer de color rojo intenso aportan un nuevo contraste a este mágico lugar. Esa noche pudimos apreciar como todavía los barcos llegan con el pescado que lo despiezan allí mismo. El aficionado a la pesca encontrará aquí su paraíso. Puedes contratar unas horas de pesca, allí mismo, con los  pescadores locales. La pesca del bacalao no tiene, para nosotros, ningún secreto J. Ya estuvimos en esta tarea en nuestra visita a Islandia. Cenamos una estupenda cena a base de Pescado en el mismo hotel. El precio era elevado pero de vez en cuando hay que darse un caprichito, estamos vacaciones, ¿no?

Noruega, día 8 – El acuario

Acuario de Bergen - Pingüinos
Acuario de Bergen – Pingüinos

Si vas con infantes, como nosotros, una buena alternativa para pasar un día relajado es ir al acuario. Aunque no muy grande comparado con acuarios como el de Lisboa, si tiene una gran colección de peces, corales, anémonas, estrellas, erizos, anfibios, reptiles y arácnidos. Igualmente podrás ver en acción a leones marinos, focas y los simpáticos pingüinos.

Prácticamente toda la mañana estuvimos aquí donde es importante seguir el programa para amortizar el tiempo. No había mucha gente, casi todos eran noruegos. Por la tarde hicimos una nueva vista al centro de la ciudad para descubrir nuevos lugares. La ciudad estaba invadidas por los nuevos estudiantes universitarios que durante una semana hacen una fiesta por las calles que parece una especie de yincana, trasladándose más adelante a locales donde la fiesta continua.

Con bastante lluvia como es lo habitual, fuimos a cenar a un famoso local de comidas noruegas, el “Pingvinen”. Tan famoso es que no cabía ni un alfiler. Una camarera nos recomendó un local que está en la misma calle, el “Cafe Opera”. Según ella, la comida y los precios eran similares. Efectivamente así fue. Por lo que apreciamos, es posible encontrar típicos platos noruegos de pescado o reno por unos 18 euros, menos de este precio es muy difícil y lo más normal es que te pidan bastante más.

Noruega, día 7 – Paseo por Bergen

Puerto de Bergen
Puerto de Bergen

El primer día que llegamos a la ciudad cambiamos el día de visita al acuario por la sencilla razón de que estaba prevista para este día 7 pero como el día se preveía con buen tiempo, algo raro aquí, preferimos gastar el día pateando la ciudad. Por la mañana visitamos el ya famoso mercado de pescado de Bergen. Lugar enfocado al turismo donde podrás comer a un precio razonable. Los puestos están copados por españoles e italianos principalmente. El marisco, el salmón salvaje y otras delicias que nos da el mar, tienen precios no aptos para el españolito de a pie. Nos conformamos con los atractivos bocadillos de salmón, gambas o bacalao

Puesto del mercado de pescado
Puesto del mercado de pescado

Cerca del mercado del pescado, situado en el puerto, se encuentra el barrio de Bryggen. Centro comercial de la llamada liga hanseática desde 1360. Comerciantes alemanes que estuvieron en la ciudad durante siglos. Sus calles de típicas casas coloridas de madera te transportan a otros tiempos. El barrio es una de las imágenes más representativas de la ciudad. Para terminar la jornada vistamos el museo de la universidad de Bergen. Este se compone de una parte de historia natural y otra cultural, además de un jardín botánico, este último nada del otro mundo. El museo de historia natural estaba cerrado por obras, al igual que la catedral, que tampoco pudimos ver.

Noruega, día 6 – Norway in a nutshell

Cascada de Kjosfossen
Cascada de Kjosfossen

Esta excursión, que cuesta un riñón, te lleva todo el día. Tiene diferentes circuitos a elegir. Nosotros salimos de Bergen hacia Myrdal en línea de tren regular, de los que van a Oslo. El paisaje es muy bonito. Cumbres nevadas, cascadas, rios y verdes valles. Todo salpicado de pintorescas casitas. En Myrdal cambias de tren y te montas en el famoso tren de Flåm, elegido como uno de los viajes de tren más bonito del mundo. El paisaje se hace más cercano al viajar a menor velocidad. En la cascada de Kjosfossen el tren hace una parada para una visita del lugar y que es amenizada por un espectáculo musical donde dos mozas noruegas se tiran un bailecito.

Puerto de Flåm
Puerto de Flåm

Al llegar a Flåm tienes que esperar una hora para montarte en el barco que te hace una visita a través de los fiordos de Nærøyfjord y de Aurlandsfjord hasta el pueblo de Gudvangen. El fiordo de Nærøyfjord es el brazo más bonito e impresionante de Sognefjord, y ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. A la llegada te espera un autobús que te lleva a Voss para allí coger el tren de vuelta a Bergen. El autobús se sale de la ruta por la carretera de Stalheimskleiva para tener un visión del valle de Nærøydalen. El panorama está adornado con dos cascadas,  Sivlefossen y Stalheimsfossen. Puedes  deleitarte con una de las vistas más sorprendente del viaje.